En 2022, la aprobación del permiso ambiental para una mansión de 700 millones de pesos en el cerro de San Pedro, Monterrey, por parte de Eduardo Villanueva, exdirector de la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León, causó un revuelo considerable. Villanueva, quien estaba encargado de supervisar los trámites de impacto ambiental, otorgó el permiso en un tiempo récord de solo 15 días, cuando, por lo general, un trámite como ese puede llevar hasta tres meses. Esta aceleración en el proceso despertó críticas y sospechas, especialmente porque el proyecto involucraba directamente a la familia del gobernador Samuel García.
El terreno donde se erige esta mansión está valuado en aproximadamente 700 millones de pesos y pertenece al gobernador y su padre. La rapidez con la que se autorizó el proyecto no solo generó cuestionamientos por la falta de transparencia, sino también por el hecho de que los procedimientos ambientales y los efectos de la construcción sobre el entorno no fueron suficientemente discutidos. Sin embargo, el permiso fue otorgado, lo que permitió que comenzara la construcción de la gran residencia y vialidades que ocupan una considerable parte de un terreno exclusivo en el cerro de San Pedro.
El impacto ambiental de una decisión acelerada
La aprobación de este proyecto se llevó a cabo bajo circunstancias que muchos consideran sospechosas. El procedimiento, que habitualmente toma más de tres meses de revisión y consultas, fue agilizado en tan solo 15 días, lo que fue calificado como un acto fuera de lo común, especialmente considerando la magnitud del proyecto. La mansión en cuestión no solo es una residencia de lujo, sino que también incluye la construcción de vialidades en una zona de alto valor ecológico. La rapidez en la aprobación del permiso ha sido vista por muchos como una señal de favoritismo hacia el gobernador y su familia, con el riesgo de que los impactos ambientales no hayan sido adecuadamente evaluados.
Además, la construcción en esta área, cercana a zonas naturales protegidas, podría tener efectos a largo plazo sobre el ecosistema local, un tema que ha sido mencionado por varios expertos en medio ambiente como una posible consecuencia no considerada por las autoridades. Esto ha abierto un debate sobre la eficacia y transparencia en la gestión pública en relación con la aprobación de proyectos que pueden afectar al medio ambiente y las comunidades cercanas.
El sorpresivo ascenso de Villanueva a PROFEPA
Un año después de haber aprobado la polémica solicitud de impacto ambiental, Eduardo Villanueva fue nombrado encargado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en Nuevo León, un cargo de gran relevancia para la protección del medio ambiente en la región. La noticia fue recibida con asombro, ya que se produjo tras la renuncia inesperada de Zulma Espinoza Mata, quien solo había ocupado el puesto durante poco más de un mes.
La salida de Espinoza generó especulaciones sobre las posibles diferencias con el gobierno estatal, especialmente en cuanto a las políticas de control de la contaminación y la implementación de medidas para proteger el medio ambiente. Fuentes cercanas a la situación indicaron que las tensiones surgieron debido a desacuerdos entre la ex titular de PROFEPA y el gobierno de Samuel García, lo que culminó en su renuncia. En este contexto, Villanueva asumió el cargo, lo que llevó a muchos a preguntarse si su nombramiento estaba vinculado a su decisión de agilizar el permiso para la construcción de la mansión del gobernador.

¿Premio o pago por favores políticos de Villanueva?
La designación de Villanueva al frente de PROFEPA ha sido interpretada por muchos como un premio por la rapidez con la que aprobó el permiso para el proyecto de la mansión del gobernador. La relación entre el gobierno estatal y los empresarios cercanos a él, sumada a las decisiones polémicas como esta, ha generado un clima de desconfianza en la gestión pública. Los críticos del gobierno de Samuel García señalan que, en lugar de optar por procesos transparentes y bien fundamentados, el gobierno ha preferido favorecer a aquellos que están cerca del poder político.
La rapidez con la que se otorgó el permiso, sumada al hecho de que el proyecto estaba relacionado directamente con la familia del gobernador, ha planteado serias dudas sobre la imparcialidad de las decisiones en torno a proyectos de gran envergadura. Este tipo de situaciones alimenta las acusaciones de corrupción y clientelismo político que se han intensificado en los últimos años en el contexto de la política local.
¿Qué implica este tipo de decisiones para el futuro?
El nombramiento de Villanueva también ha puesto de relieve la falta de controles y mecanismos de rendición de cuentas dentro del gobierno de Nuevo León. Aunque Villanueva ha asegurado que su nombramiento en PROFEPA no está relacionado con la aprobación del permiso de la mansión, las dudas persisten entre la población. Esto pone en evidencia la falta de transparencia en la gestión de recursos públicos y en la toma de decisiones que afectan a la comunidad en general.
Por otro lado, también ha surgido la pregunta sobre el futuro de proyectos similares en el estado, y si la falta de supervisión rigurosa podría generar consecuencias negativas para el medio ambiente y las comunidades afectadas. Es importante que la ciudadanía mantenga un ojo crítico sobre las decisiones del gobierno local y exija transparencia en todos los niveles de gestión pública.
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