El discurso oficial del Gobierno de Samuel García sobre los supuestos avances en el transporte de Nuevo León se enfrenta a una realidad preocupante. En Nuevo León, más de la mitad de los camiones que circulan son privados. Las empresas han tenido que suplir la falta de unidades estatales para trasladar a sus trabajadores, reflejando la crisis estructural del transporte público en la entidad.
Empresas Privadas Sostienen La Movilidad Del Estado
El más reciente informe del Instituto de Movilidad y Accesibilidad (IMA) confirmó lo que miles de ciudadanos viven a diario: el transporte público de Nuevo León es insuficiente.
Durante la última sesión de la Junta de Gobierno, el organismo reveló que el 52 por ciento de los camiones en circulación pertenecen a empresas privadas.
En total, hay 4 mil 747 unidades privadas que transportan personal hacia centros laborales, frente a las 4 mil 383 unidades estatales que dan servicio público.
Esto significa que los particulares ya superan en 8 por ciento al sistema controlado por el Gobierno.
Las cifras son alarmantes, no solo por el tamaño de la flota privada, sino por lo que implican: el sector empresarial ha tenido que hacerle la tarea al Estado ante el colapso del sistema público.
La llamada “movilidad del futuro” ha terminado dependiendo del esfuerzo de las compañías que buscan evitar que sus empleados lleguen tarde por la falta de camiones.

Crecimiento Acelerado Del Transporte Privado
El crecimiento del transporte de personal ha sido exponencial.
En 2020, el IMA registraba solo mil 080 unidades; hoy son 4 mil 747, lo que representa un aumento del 340 por ciento en cinco años.
Este incremento evidencia la incapacidad del Estado para responder a la demanda ciudadana.
Lejos de resolverse, la crisis del transporte de Nuevo León se ha profundizado.
Mientras tanto, el Gobierno estatal mantiene un discurso triunfalista.
El 4 de septiembre, Samuel García aseguró que la eficiencia del transporte público había alcanzado el 85 por ciento, argumentando que casi nueve de cada diez camiones cumplían con la frecuencia prometida.
Sin embargo, las largas filas, los retrasos de hasta dos horas y la saturación en las rutas muestran una realidad muy distinta.
Los usuarios continúan viviendo una odisea diaria para trasladarse a sus trabajos o escuelas, mientras el transporte de Nuevo León no cubre ni las necesidades mínimas.
Transporte De Nuevo León: Un Sistema Que Retrocede
Lejos de avanzar, el transporte público estatal ha ido a la baja en la última década.
Según los propios datos del IMA, hoy hay 11 por ciento menos unidades que las registradas en 2015, cuando el sistema contaba con 4 mil 900 camiones.
A ello se suma que las cifras oficiales de 2024 no incluyen al sistema Transmetro, operativo desde 2004, lo que podría elevar aún más la diferencia con respecto a años anteriores.
En otras palabras, el Gobierno estatal opera con menos camiones que hace diez años, mientras la población crece y la demanda de transporte de Nuevo León aumenta.
El resultado es un sistema sobrecargado, lento e ineficiente, que obliga a las empresas a intervenir para mantener en movimiento la economía del estado.
Los Privados Cubren El Vacío Estatal
Las compañías industriales, maquiladoras y de servicios han tenido que implementar sistemas de transporte propios para evitar ausentismo y retrasos laborales.
De acuerdo con el IMA, la flotilla privada no solo ha crecido en número, sino también en cobertura: cientos de rutas internas hoy operan paralelamente a las del transporte público.
Aunque estos camiones benefician a los trabajadores que logran acceder a ellos, también reflejan un desequilibrio estructural: la movilidad de Nuevo León ya no depende del Estado, sino del capital privado.
Mientras el Gobierno emecista presume una “transformación” del sistema, la realidad es que el modelo público ha sido reemplazado de facto por el empresarial.
Para la ciudadanía, eso significa menos opciones, más esperas y tarifas cada vez más altas.
Contraste Entre Los Datos Y El Discurso Oficial
El Instituto de Movilidad insiste en que el 85 por ciento de su flota estatal se encuentra “en operación” y que solo el 15 por ciento está en mantenimiento.
Pero la efectividad real del sistema se mide en los paraderos, no en los comunicados.
De acuerdo con la encuesta Así Vamos 2024, solo el 29 por ciento de los viajes diarios en Nuevo León se realiza en transporte público.
Este es uno de los porcentajes más bajos de México y América Latina, lo que revela la falta de confianza ciudadana en el sistema.
Mientras tanto, los regios enfrentan traslados de hasta seis horas diarias, transbordos múltiples y camiones deteriorados.
A pesar de las promesas de renovación y los anuncios de nuevas rutas, la crisis se mantiene, y los resultados siguen sin llegar.
Transporte de Nuevo León: Movilidad En Reversa
Los especialistas coinciden en que la política estatal de movilidad ha priorizado la imagen antes que la funcionalidad.
Los programas de reestructuración de rutas o de pago por pasajero no han resuelto la raíz del problema: la falta de unidades suficientes y la mala planificación del transporte.
El resultado es un sistema híbrido, donde el Gobierno depende del sector privado para mantener a flote la movilidad, mientras presume avances que no existen.
Nuevo León, que debería ser ejemplo de innovación, se ha convertido en el reflejo de un modelo en retroceso.
“Cuando las empresas son las que mueven al estado, significa que el sistema público dejó de funcionar”, opinó un especialista en movilidad urbana.
Array