La seguridad en Nuevo León y su área metropolitana enfrenta un momento crítico, marcado por un robo en Guadalupe que afectó a un comercio local. En los últimos días, se reportaron dos casos que, aunque distintos en magnitud, reflejan una misma realidad: la vulnerabilidad de los espacios públicos y privados ante la delincuencia. Por un lado, la detención de una mujer que intentó sustraer una gran cantidad de chocolates en Guadalupe; por otro, la serie de robos a escuelas en la colonia Valle de Santa Lucía, en Monterrey, que ha dejado a cientos de niños sin materiales básicos.
Detienen a mujer por robo en Guadalupe
El caso más reciente ocurrió en un establecimiento ubicado en el cruce de Benito Juárez y Serafín Peña, en el centro del municipio de Guadalupe. Una mujer identificada como Leslie “N”, de 28 años, fue arrestada por elementos de seguridad luego de intentar robar 180 chocolates. Según el informe de las autoridades, Leslie no actuó sola. Arribó a la tienda acompañada de un hombre, con quien planeó cuidadosamente el robo. Ambos comenzaron a tomar cajas llenas de chocolates y a guardarlas en bolsas de plástico, confiados en que podrían escapar sin ser detectados.
El encargado de la tienda, quien se encontraba atento a los movimientos de la pareja, decidió actuar con rapidez y llamó al número de emergencias 911. En un momento de valentía, el trabajador incluso enfrentó a los presuntos ladrones. Fue durante este enfrentamiento cuando el acompañante de Leslie huyó del lugar, abandonándola con la mercancía. La mujer, en un intento desesperado, trató de salir del establecimiento antes de que llegaran los oficiales, pero su plan fracasó.
Al arribar los policías municipales, procedieron a realizarle una revisión precautoria. En sus bolsas encontraron varias cajas con chocolates, cada una con 24 piezas, así como otras golosinas y productos que pretendía llevarse sin pagar. Tras la detención, Leslie fue puesta a disposición del Ministerio Público, donde se determinará su situación jurídica en los próximos días. Este caso evidencia la importancia de la rápida respuesta de las autoridades y la valentía de los ciudadanos para frenar este tipo de delitos.
Escuelas saqueadas en Valle de Santa Lucía
Mientras tanto, en Monterrey, otro problema afecta directamente a la comunidad: el saqueo constante a escuelas. Dos planteles ubicados en la colonia Valle de Santa Lucía han sido víctimas de al menos 30 robos en lo que va del año. Se trata del jardín de niños Alfonso Reyes Aurrecoechea y la primaria David Colunga Galicia, instituciones que han visto mermado su patrimonio de forma alarmante.
De acuerdo con las madres de familia y personal docente, los delincuentes se llevan desde artículos de limpieza como líquido para trapear, hasta materiales educativos esenciales como crayones, hojas, cuadernos y proyectores. Incluso han llegado a sustraer papel higiénico, un recurso básico para la higiene diaria de los estudiantes.
En la primaria, las madres reportan al menos 18 entradas ilegales. A pesar de los esfuerzos por reforzar la seguridad con candados y rejas, los ladrones utilizan herramientas especializadas para cortar metales y romper estructuras. Esta situación ha generado un ambiente de constante preocupación, ya que cada robo significa un golpe directo a la educación de los niños.
El kínder no se queda atrás. Según los reportes, ha sido atacado en al menos 12 ocasiones, con robos que van desde la sustracción de equipos electrónicos hasta daños en las paredes y pupitres. Además, se ha reportado que el kínder opera en doble turno: por la mañana como Ana María Jarvis y por la tarde como Alfonso Reyes Aurrecoechea, lo que amplía las horas de vulnerabilidad.
Ante esta situación, las madres y maestras se ven obligadas a invertir de su propio dinero para reponer los materiales robados, lo que incrementa la carga económica y emocional sobre ellas. La falta de vigilancia adecuada durante las vacaciones también preocupa, pues sin personal ni rondines de seguridad, los planteles quedan prácticamente indefensos.
Preocupación por robo en Guadalupe
Estos casos recientes han puesto en el centro de la conversación la necesidad urgente de reforzar la seguridad en espacios públicos y privados. En el caso del robo en la tienda de conveniencia, la rápida intervención del encargado y la respuesta inmediata de la policía evitaron que el delito se consumara en su totalidad. Sin embargo, la huida del cómplice deja en evidencia la posibilidad de que más personas estén involucradas en robos similares.
En cuanto a las escuelas de Valle de Santa Lucía, la situación es más delicada. La constante vulneración de los planteles impacta directamente en la formación académica y psicológica de los niños. Muchos alumnos deben lidiar con la falta de materiales y la incertidumbre de estudiar en un ambiente donde no se sienten seguros.
Las autoridades municipales y estatales han sido exhortadas por padres de familia a incrementar el patrullaje en la zona y establecer medidas más estrictas para proteger las instalaciones. Entre las propuestas, se encuentran la instalación de cámaras de vigilancia, alumbrado público más eficiente y la participación de vecinos mediante comités de vigilancia vecinal.
Asimismo, las comunidades educativas solicitan el apoyo de organizaciones civiles y empresas para reponer los materiales sustraídos, pues consideran que la educación no debe detenerse por la acción de delincuentes. La colaboración social se vuelve clave para garantizar que los niños puedan continuar sus estudios con dignidad y los recursos necesarios.
Por su parte, la Secretaría de Educación estatal no ha emitido un comunicado oficial sobre los recientes robos, lo que ha generado molestia e incertidumbre entre las familias afectadas. Se espera que en los próximos días se anuncien medidas preventivas y se brinde mayor protección a los planteles escolares, especialmente durante el periodo vacacional.
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