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Recomendación Literaria: El Nombre de la Rosa, de Umberto Eco4 min read

La novela puso en juego lo antes investigado por el autor Umberto Eco.

Umberto Eco - Regio Politica

El enigma literario de El nombre de la rosa

La novela El nombre de la rosa, del autor italiano Umberto Eco, es un clásico literario que trasciende géneros y épocas, al entrelazar una intrincada trama detectivesca con profundas reflexiones filosóficas y teológicas. Ambientada en una abadía italiana del siglo XIV, la obra narra los misteriosos crímenes ocurridos durante un cónclave entre facciones de la Iglesia, en el que se debate el poder papal y la pobreza como virtud cristiana. Eco sumerge al lector en un laberinto de simbolismo, erudición y enigmas, que no solo desafía a sus personajes, sino también a quienes se aventuran a leerla.

Una trama envenenada por el conocimiento

La historia inicia en 1327, cuando el fraile Guillermo de Baskerville llega a una remota abadía para mediar en el mencionado cónclave. Sin embargo, su llegada coincide con una serie de muertes inexplicables de monjes que parecen guardar un oscuro secreto. Guillermo, exinquisidor y poseedor de una mente analítica privilegiada, es asignado para resolver los crímenes.

El misterio se centra en un libro prohibido atribuido a Aristóteles, cuyas páginas, impregnadas con un veneno mortal, matan a quienes osan leerlo. Este libro es custodiado por Jorge de Burgos, un anciano bibliotecario ciego que desprecia su contenido, el cual promueve la risa como expresión de duda y reflexión crítica. A medida que avanza la investigación, la abadía se convierte en un escenario de tensiones, no solo por los asesinatos, sino también por los debates teológicos que reflejan los conflictos internos de la Iglesia medieval. El clímax de la novela ocurre cuando la biblioteca, un vasto laberinto de saberes, es consumida por el fuego, destruyendo incontables manuscritos y condenando al olvido siglos de conocimiento.

Referencias literarias y filosóficas de Umberto Eco

Eco, reconocido por su vasta erudición, construye su obra como un entramado de referencias a textos y autores clásicos. El concepto del libro venenoso proviene de Las mil y una noches, en la historia del sabio Dubán, quien vengó su ejecución regalando un libro letal al rey. Asimismo, la biblioteca de la abadía evoca La biblioteca de Babel de Jorge Luis Borges, un espacio infinito que guarda todos los libros posibles pero carece de un índice para orientarse. La elección del nombre del bibliotecario ciego, Jorge de Burgos, es un claro homenaje al autor argentino, cuyo interés por la literatura árabe y los laberintos resuena en la obra de Umberto Eco.

En términos filosóficos, el fraile Guillermo utiliza herramientas como la lógica de Guillermo de Ockham y los lentes inventados por Roger Bacon, integrando en la trama debates sobre el conocimiento, la verdad y la interpretación de los signos. La novela explora la relación entre fe y razón, destacando cómo ambos elementos, aparentemente opuestos, pueden coexistir y complementarse.

El poder del saber como legado humano

La abadía, además de ser un escenario de intrigas, es también una metáfora del esfuerzo humano por preservar el conocimiento. Su scriptorium, donde trabajan monjes copiando, ilustrando y traduciendo textos, representa la ardua labor de transmisión cultural en una era previa a la imprenta. Este proceso, según Adso, el joven aprendiz de Guillermo, permitió que obras milenarias sobrevivieran a las catástrofes y a la barbarie.

El contraste entre esta dedicación y la prohibición impuesta por Jorge de Burgos al libro de Aristóteles pone de relieve la tensión entre preservar y ocultar el saber. En sus páginas finales, Umberto Eco reflexiona sobre la naturaleza de los libros como diálogos entre textos y como vehículos de ideas que trascienden generaciones. Este enfoque celebra la acumulación de la sabiduría humana, presentada no como un fin en sí misma, sino como una herramienta para enriquecer la condición humana.

Un legado infinito

Como otras grandes obras literarias, El nombre de la rosa aborda temas universales que resuenan en nuestra humanidad compartida. Eco indaga en la naturaleza de la fe, la tensión entre el dogma y la razónUorge de Burgos, la novela critica los intentos de censura y control del saber, mientras que, mediante Guillermo de Baskerville, reivindica la importancia de la lógica, el cuestionamiento y, paradójicamente, la risa como herramientas para desentrañar la verdad.

La biblioteca perdida al final de la novela simboliza no solo el conocimiento irrecuperable, sino también el peligro de tratar de monopolizar la verdad. En palabras del fraile Guillermo, “Dios quiere que ejerzamos nuestra razón”, un recordatorio de que la búsqueda de la verdad debe ser libre y accesible.

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