La reciente aparición de un tigre de bengala en las calles de Salinas Victoria, Nuevo León, desató una ola de incertidumbre y atención mediática. El ejemplar, de nombre “Dubái”, fue visto deambulando en una zona rural del municipio, provocando tanto sorpresa como preocupación entre los habitantes. El caso ha abierto nuevamente el debate sobre la tenencia legal de fauna silvestre como mascota, así como sobre las condiciones de seguridad necesarias para evitar este tipo de situaciones.
El incidente no solo movilizó a corporaciones de seguridad y medio ambiente, sino que también obligó a autoridades estatales y federales a intervenir para salvaguardar al animal y analizar las condiciones en las que vivía antes de su escape. Hoy, “Dubái” se encuentra bajo resguardo, mientras la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) analiza su situación jurídica y física para tomar una decisión definitiva.
Profepa analizará el caso a fondo
Tras su captura, las autoridades informaron que el tigre fue trasladado a una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) en el municipio de García, Nuevo León. En este espacio, el felino permanece bajo observación médica y legal, en lo que se determina si puede regresar a su anterior propietario o será enviado a otro sitio especializado.
De acuerdo con la Profepa, a pesar de que el dueño del animal –identificado como Alan– ha asegurado contar con la documentación necesaria para acreditar su posesión legal, las autoridades no han dado por sentada su devolución. La prioridad es el bienestar del animal, por lo que el análisis incluye no solo la validez de los papeles, sino también las condiciones en las que el tigre era mantenido.
La dependencia federal detalló que “Dubái”, de aproximadamente 11 meses de edad, se encuentra en buen estado de salud. Su peso es adecuado para su edad, y tanto sus colmillos como garras están completos, lo cual indica que ha sido bien alimentado y cuidado físicamente. No obstante, la revisión también incluirá las razones por las que logró escapar y si su entorno anterior era verdaderamente apto para su especie.
El operativo de rescate en Salinas
El miércoles por la tarde, el reporte de un tigre suelto en Salinas Victoria movilizó a elementos de Protección Civil de Nuevo León, Fuerza Civil y personal de la Profepa. Luego de varias horas de búsqueda y contención, el ejemplar fue capturado mediante una trampa especializada, sin necesidad de utilizar sedantes. Esta acción fue posible en gran parte gracias a la colaboración de Alan, quien afirmó ser su propietario.
Según relató Erik Cavazos, titular de Protección Civil estatal, el joven se presentó voluntariamente en el lugar y colaboró con el equipo para localizar al animal. Una vez ubicado, se acercó a él con confianza y logró tranquilizarlo. “El tigre fue adquirido de forma legal, el dueño nos comenta que lo tiene desde pequeño, lo baña muy seguido. Él se acercó y no hubo necesidad de dormirlo con dardos, simplemente se le puso una correa”, explicó Cavazos.
La forma en que se desarrolló el operativo, y la relación aparentemente cercana entre el animal y su cuidador, abrieron más preguntas sobre los límites de la domesticación de especies silvestres y sobre qué tan preparado está el Estado para atender este tipo de situaciones con protocolos adecuados.
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