Nuevo León, un estado que alguna vez fue símbolo de progreso y seguridad, está ahora sumido en una alarmante crisis de violencia. Bajo la administración de Samuel García, el estado ha registrado un incremento preocupante en los homicidios dolosos. El 17 de junio, Nuevo León vivió su segundo día más violento del año, contabilizando 13 homicidios en solo 24 horas. Esta cifra solo se había alcanzado anteriormente el 9 de junio.
Las estadísticas del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública son un claro reflejo de la escalada de violencia en el estado. A la fecha, se han registrado 753 homicidios en lo que va de 2024, lo que coloca a Nuevo León en una posición alarmante a nivel nacional. En al menos 16 ocasiones, el estado ha ocupado el primer lugar en el número de homicidios diarios en el país.
Una Realidad que No se Puede Ignorar
Los datos son contundentes. En enero, los días 20 y 21, Nuevo León alcanzó la primera posición en homicidios a nivel nacional, con 9 y 8 homicidios respectivamente. Febrero no fue diferente, con el 12 de ese mes marcando un sombrío récord de 10 homicidios. Marzo y abril siguieron la misma tendencia, con días en que se alcanzaron hasta 12 homicidios.
Mayo, sin embargo, fue el mes más crítico, con múltiples días superando las cifras de homicidios en el país. Los días 11, 22, 25, 27 y 29 marcaron una escalada sin precedentes en la violencia, con cifras que van desde 7 hasta 10 homicidios diarios.
En junio, la situación no ha mejorado. El estado ha registrado dos días especialmente violentos, el 8 y el 9 de junio, con 9 y 13 homicidios respectivamente.
Un Gobierno que No Responde
La inacción del gobierno de Samuel García frente a esta crisis es alarmante. A pesar de los constantes llamados de la sociedad civil y de las cifras escalofriantes que reflejan la inseguridad en el estado, no se han visto medidas efectivas para combatir este flagelo.
Los recientes asesinatos y la violencia desmedida son una muestra clara de la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad de los ciudadanos. La situación llegó a un punto crítico con la ejecución de un oficial de tránsito frente a una escuela en Pesquería, un evento que sacudió a la comunidad y dejó en evidencia la grave situación de seguridad.
El Caso de Horacio Alvarado Reyes
El asesinato del oficial de tránsito Horacio Alvarado Reyes es un claro ejemplo de la impunidad que reina en el estado. El 17 de junio, mientras realizaba vigilancia vial frente a la escuela técnica Roberto Rocca en Pesquería, Alvarado fue atacado a balazos. Los agresores, a bordo de un automóvil con reporte de robo, dispararon en 13 ocasiones, logrando herir mortalmente al oficial.
El ataque fue captado por una cámara de seguridad instalada en la entrada de la escuela, pero hasta la fecha, no se ha reportado ningún avance significativo en la captura de los responsables. La inacción del gobierno y de las autoridades encargadas de la seguridad en el estado es evidente y deja a los ciudadanos en una situación de vulnerabilidad extrema.
Es imperativo que el gobierno de Samuel García tome medidas inmediatas y efectivas para abordar la crisis de seguridad en Nuevo León. La violencia y la inseguridad no pueden seguir siendo parte de la vida cotidiana de los ciudadanos. Es necesario que se implemente una estrategia integral que aborde no solo los síntomas, sino las causas profundas de esta crisis. La seguridad de los ciudadanos debe ser una prioridad, y es hora de que el gobierno asuma su responsabilidad y actúe en consecuencia.
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