La agua de El Cuchillo, vital para el abasto de millones de habitantes en Nuevo León, está nuevamente en el centro de la polémica. Legisladores locales advirtieron que se prepara un escenario en el que el estado sería obligado a enviar el recurso hacia Tamaulipas, bajo el argumento de cubrir deudas hídricas con Estados Unidos. La preocupación aumenta porque, de confirmarse esta medida, el desabasto en la zona metropolitana de Monterrey podría agravarse, mientras las autoridades estatales, encabezadas por el gobernador Samuel García, han mantenido silencio sobre la defensa del recurso.
La advertencia no es menor. De acuerdo con diputados y representantes del Congreso ante el Consejo de Agua y Drenaje, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) estaría diseñando “un traje a la medida” para justificar el trasvase. La estrategia, según el legislador, sería dejar la presa Marte R. Gómez, en Tamaulipas, en niveles bajos para después argumentar que es necesario reponer su capacidad con agua proveniente de El Cuchillo.
Temor por trasvase forzado
La discusión sobre la agua de El Cuchillo no es nueva. Desde hace años, la presa ha sido considerada un recurso estratégico para abastecer tanto a Nuevo León como a entidades vecinas. Sin embargo, cada temporada de sequías y deudas internacionales surge el riesgo de que parte de su caudal sea cedido a Tamaulipas, situación que genera preocupación entre la ciudadanía y especialistas.
Caballero acusó que el procedimiento actual parece diseñado para cumplir con las cláusulas de convenios previos y que, bajo ese esquema, Nuevo León saldría perdiendo. “Pareciera que se está haciendo un traje a la medida para que se cumplan las condiciones del acuerdo y se obligue al trasvase de la agua de El Cuchillo hacia Tamaulipas”, señaló.
El legislador pidió sensibilidad a la Conagua, así como una postura firme por parte del Gobierno del Estado. Hasta ahora, la respuesta de Samuel García ha sido nula, lo que aumenta las críticas hacia su administración. Los ciudadanos demandan que el mandatario defienda el recurso, pues consideran que su silencio deja a Nuevo León en desventaja en una negociación de alto impacto.
En Nuevo León advierten que Samuel ha permitido que el Estado pueda verse obligado a enviar agua de la presa El Cuchillo a Tamaulipas para cubrir deudas con EE.UU. Piden a CONAGUA defender el recurso, ante silencio del gobernador.
— Regio Política (@RegioPolitica) August 22, 2025
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Crisis hídrica latente en Nuevo León
La preocupación se entiende mejor si se revisa el contexto. Nuevo León ha atravesado en los últimos años crisis severas de abasto de agua, con cortes programados, presas al borde de su capacidad mínima y colonias enteras que han tenido que sobrevivir con pipas. La memoria de esas semanas de escasez aún está fresca en la población, lo que hace más alarmante la posibilidad de perder parte de la agua de El Cuchillo.
Se subrayó que la situación del agua en Nuevo León es “una preocupación latente” y que la prioridad siempre debería ser garantizar el consumo local. Recordó que, aunque Conagua aseguró en meses pasados que no usaría el recurso de la presa para enviarlo a Tamaulipas, nunca se dio una resolución definitiva que lo garantizara. “El riesgo de trasvase siempre está ahí, y Nuevo León no puede permitirse ceder lo que necesita para su propia gente”, afirmó.
Falta de acción estatal
Uno de los puntos más cuestionados es la inacción del Gobierno estatal. Para diversos actores, el silencio de Samuel García refleja una falta de compromiso en un tema que debería encabezar su agenda. Mientras se anuncian proyectos de infraestructura relacionados con el Mundial de 2026 o se impulsan campañas mediáticas, la defensa de la agua de El Cuchillo parece quedar relegada.
Diputados y ciudadanos han exigido que el gobernador encabece una estrategia clara: diálogo con la federación, presión política y alternativas de abastecimiento que permitan aliviar la crisis. Sin embargo, hasta el momento no hay señales de un plan de acción.
Las críticas apuntan también a que este tipo de decisiones suelen tomarse en la discreción de despachos oficiales, sin consulta ni transparencia hacia la población. Esto refuerza la sensación de que los intereses de la ciudadanía quedan en segundo plano frente a los compromisos políticos e internacionales.
Consecuencias sociales y políticas
El posible trasvase de agua de El Cuchillo no solo es un tema técnico, sino también social y político. Para las familias de Monterrey y su área metropolitana, representa la amenaza de volver a enfrentar cortes de agua prolongados, con todas las dificultades que ello implica: higiene, alimentación, salud y vida diaria se ven afectadas cuando el recurso escasea.
En el plano político, la falta de reacción del Gobierno estatal podría pasarle factura a Samuel García, pues la defensa del agua es una de las demandas más sentidas de la ciudadanía. Los habitantes no olvidan las crisis pasadas y esperan una postura firme que proteja los intereses de Nuevo León.
Por ahora, lo único cierto es que los legisladores han encendido las alarmas. La responsabilidad de la Conagua, del Gobierno estatal y de las instituciones locales será fundamental en las próximas semanas. Octubre es la fecha clave en la que podrían definirse las condiciones del trasvase, y el riesgo de que la agua de El Cuchillo sea enviada a Tamaulipas está más presente que nunca.
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